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El impacto hacia la comunidad ¿cómo gestionarlo?

por | Sep 8, 2025 | Notas

En Gemma creemos que la relación entre las empresas y las comunidades no puede limitarse a gestos puntuales o buenas intenciones: requiere estrategia, coherencia y, sobre todo, escucha activa. Por eso, en el marco del Programa Comunidad Gemma, realizamos el taller “Gestión de impacto hacia la comunidad”, facilitado por Ximena Varón y Andrea Storace, consultoras de Gemma especializadas en sostenibilidad y gestión comunitaria.

La primera gran pregunta que guio el intercambio fue: ¿qué es la comunidad?. Para comenzar es clave saber que es uno de los grupos de interés de las organizaciones y dentro de la misma es necesario delimitarla.

Para definir a quienes integrar en la comunidad es necesario mapear a los actores que queremos incorporar en este grupo. Es central que cada organización defina su propia comunidad, comprender quiénes son los actores que la integran y cómo se ven influidos por su actividad. Solo así es posible gestionar impactos de manera consciente, tanto los positivos como los negativos. 

¿Qué significa «impacto en la comunidad»? 

El impacto social en la comunidad es el cambio positivo o negativo que generan las acciones de una organización en la vida de las personas que la rodean. 

Por esto, gestionar ese impacto positivo o negativo implica transformar realidades. Gestionar para contribuir a una mejor calidad de vida, el bienestar y las oportunidades de las personas y grupos con los que se relaciona, así como también gestionar para minimizar o mitigar aquellos impactos que no son tan positivos. 

La verdadera transformación ocurre cuando las acciones están alineadas al corazón del negocio y se construyen en conjunto con la comunidad.

En este camino, la estrategia y la medición son claves. Escuchar con apertura es el primer paso, pero también es necesario traducir ese diálogo en indicadores claros que permitan evaluar avances, aprendizajes y niveles de confianza. Sin esa mirada objetiva y sensible a la vez, es difícil sostener un impacto real y demostrar el valor compartido que se genera.

Algunas preguntas para guiar la construcción de nuestra estrategia:

  • ¿Qué necesita mi comunidad, más allá de lo que yo creo que necesita? A veces podemos confundir lo que nosotros creemos que es una necesidad y lo que la comunidad realmente identifica.
  • ¿Dónde aporto valor como empresa en esta relación?
  • ¿Como vamos a valorar las acciones que realizamos y su impacto en la estrategia del negocio?


Si queremos que los vínculos sean sostenibles, lo que emprendamos en esta relación tiene que estar alineado al corazón del negocio.

Compartimos un listado de tips para abordar este tema en tu organización:

  • Antes de empezar: escuchar, escuchar y escuchar sus necesidades, expectativas e inquietudes.
  • ¿Cómo se alinea lo que necesita mi comunidad con la estrategia y corazón del negocio? Si el trabajo con la comunidad no se alinea al negocio no es sostenible. 
  • Teniendo en cuenta la estrategia de la empresa, ¿qué plan de acción deberíamos diseñar vinculando el corazón del negocio y las necesidades reales de la comunidad?
  • Es importante definir a quienes vamos a involucrar y por qué.
  • Cuando estás implementando, es importante estar atento/a al aprendizaje en el camino. No hay prácticas ideales, estas se aprenden y se construyen con la propia comunidad. 
  • A la hora de medir: ¿cuál será el retorno de lo que hagamos?
  • Medir retorno de la inversión, más allá de reputación.

El taller nos dejó una certeza: gestionar el impacto en comunidad es un camino de largo aliento que implica propósito, confianza y voluntad de transformación. Ese es, precisamente, el espíritu del Programa Comunidad Gemma: acompañar a las organizaciones a generar relaciones sólidas con sus comunidades, integrando la sostenibilidad al negocio y construyendo realidades más justas y regenerativas.