Por Tamara Farré con aportes de Mercedes Viola.
Nota para la Revista Más Seguros de AUDEA.
Cada 3 de diciembre, se conmemora en todo el mundo el Día Internacional de las Personas con Discapacidad, cuyo lema del movimiento mundial es “Nada sobre nosotros sin nosotros”.
El tema del día para 2024 resalta la necesidad de potenciar el liderazgo de las personas con discapacidad para garantizar un futuro inclusivo y sostenible para todas las personas (…)
En las últimas décadas, estas personas y las organizaciones que los representan han impulsado cambios claves en sus comunidades, han llevado a cabo iniciativas que no solo promueven sus derechos y bienestar, sino que también fomentan el desarrollo inclusivo. (3)
La gran mayoría de personas con discapacidad no participa activamente en el mercado laboral, y el rol de las empresas es clave para transformar esta realidad.
Si bien el tema va tomando lugar en la agenda empresarial, es urgente la necesidad de avanzar para eliminar barreras, sesgos conscientes e inconscientes, y garantizar que haya igualdad de oportunidades, dejando atrás la discriminación.
En Uruguay existe normativa orientada a impulsar la transformación de este contexto actual, y varias iniciativas gubernamentales, empresariales, de cámaras y grupos de trabajo, etc. pero aún los resultados son muy poco significativos.
El 15.8 % de la población uruguaya tiene algún tipo de discapacidad permanente (censo del 2011), y se estima que un 65% de la población con discapacidad se encuentra desempleada. (4)
Aún persiste el silencio, la discriminación, el desconocimiento, el miedo a lo desconocido, la resistencia al cambio, el no contacto con una realidad que históricamente no fue visibilizada.
La clave está en hacer propio el desafío, en sabernos parte del problema, tomar contacto con esta realidad que construimos entre todas las personas y trabajar conscientemente, en el día a día, para la construcción de una sociedad justa y equitativa, que garantice ambientes laborales en donde todas las personas se sientan respetadas y aceptadas.
¿Cómo pueden las empresas trabajar en pro de ambientes inclusivos?
La reducción de la desigualdad exige un cambio transformador (ODS 10, Naciones Unidas), un cambio cultural y de paradigma que requiere presencia, atención y compromiso.
Para que una organización/empresa alcance logros y resultados positivos, es clave integrar el compromiso con la diversidad e inclusión, como la base para un mundo justo y equitativo, y no desde una perspectiva asistencialista.
Trabajar en inclusión requiere compromiso, persistencia, convicción y sobre todo proactividad.
Es natural y real que no lo supimos hacer, es probable que tengamos muchas más preguntas que respuestas, incluso contradicciones y barreras, pero también tenemos la responsabilidad y oportunidad de hacer algo con eso. Reconocer el lugar donde estemos sin juicio, pedir ayuda de la manera que sea posible en cada contexto, hacer visible lo que no incluye, y trabajar en lo posible, haciendo un poquito cada día.
Algunas actividades prácticas que promueven el avance en las empresas:
- Sensibilización y formación. Espacios que habiliten la escucha, el intercambio y también la integración de aprendizajes y herramientas.
- Integrar prácticas que vayan habilitando una cultura empresarial abierta, colaborativa, empática, genuina.
- Tomar contacto con la realidad de cada empresa/organización en el momento presente (diagnóstico), y definir objetivos a corto, mediano y largo plazo que permita orientar nuevos caminos de solución.
- Integrar redes, acercarse a programas de apoyo y grupos de trabajo. La guía y el aprendizaje compartido son esenciales y es gentil para el proceso. No solo “me pasa”, sino que “nos pasa”, y podemos en conjunto encontrar la solución. Aprender nuevas maneras y entender cómo lo hicieron otras personas puede ser de gran ayuda.
- Acciones proactivas que garanticen la accesibilidad física y ajustes razonables para personas con discapacidad. Incluimos cuando garantizamos el acceso, la circulación y la oportunidad para todas las personas ¿cómo es la infraestructura de la empresa/organización? ¿a quién excluye de ser parte por su diseño? ¿qué puedo hacer para mejorar esa barrera?
- Gobernanza. Es importante contar con políticas que expliciten el compromiso y objetivo de la empresa, junto con estrategias que construyan la cultura organizacional que habilite la transformación.
- La comunicación es una de las claves, y la medición del impacto de los avances también. Esto tiene que ver con tomar contacto con darnos tiempo para evaluar, aprender y seguir ampliando el alcance.
Las empresas que promueven la diversidad y la inclusión no solo contribuyen a construir una sociedad más justa y equitativa, sino que también promueven espacios laborales que estimulan la innovación, mejoran considerablemente la retención de talento y la fidelización y satisfacción de empleados/as, mejoran el rendimiento y la productividad, amplían las posibilidades y oportunidades de crecimiento.
Las empresas que promueven la diversidad y la inclusión florecen.
Pensemos en nuestras organizaciones desde su propia e intrínseca sabiduría para adaptarse, reinventarse y crear resiliencia.
Tomemos conciencia, pongamos el freno, redireccionemos el enfoque y empecemos a tomar decisiones que conecten con nuestra mejor versión.
“Administrar el potencial evolutivo en el sistema presente e ir ajustando paso a paso”(6), siendo conscientes que eso puede traer incomodidad, pero que habilitar esa sensación, es a la vez, la oportunidad de evolucionar.
(1) Fuente: Guía Empresarial: Inclusión laboral de personas con discapacidad.
(2) Fuente: Informe sobre los ODS 2023.
(3) Fuente: https://www.undp.org/
(4) Fuente: Datos basados en el censo del 2011 y otros trabajos de investigación proporcionados por 4D lab (Los datos del censo de 2023 todavía no se presentan desglosados).
(5) Mercedes Viola, 4D Lab.
(6) Regeneración Organizacional.